Una de las ciudades coloniales más pintorescas y atractivas de la costa peruana, en cuyo entorno florecieron importantes culturas precolombinas como la Mochica y la Chimú; quienes dejaron importantes recintos arqueológicos como: «Chan Chan», la ciudad de barro más grande del mundo, cuya extensión es de aproximadamente 18 km2 y fue declarada por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad; el «Templo de la Luna», de hermosos murales en alto relieve, con motivos de la mitología Mochica; el «Templo del Sol», el más alto templo de adobe de América; el «Balneario de Huanchaco», donde hasta nuestros días se mantiene la tradición milenaria de la pesca artesanal en los “caballitos de totora”; y el reciente complejo, “El Brujo”, cuyos descubrimientos asombran cada vez más al mundo.

Trujillo fue fundada en 1534, por Diego de Almagro, y confirmada después en 1535 por Francisco Pizarro. Zona de excelentes características para la agricultura, se introdujeron cultivos como la caña de azúcar y el trigo. Importantes construcciones como haciendas, mansiones y el colegio de jesuitas son vestigios de una enorme prosperidad. La “ciudad de la eterna primavera”, por su agradable clima, es la capital del garboso baile de la “marinera”; cuyo concurso nacional paraliza el Perú. Trujillo se considera la tercera ciudad más importante del país, gracias a su rico pasado y tradición arraigada, hoy mira de frente al futuro como una de las zonas más prósperas en el comercio y la industria.